Narración de los hechos
(Extracto de la demanda presentada al Fiscal General de la República y a la Procuradora para la Defensa de los Derechos Humanos el día 3 de mayo 2017)
El día lunes primero de mayo de 2017 la Coordinadora Sindical
Salvadoreña (CSS) realizó una marcha multitudinaria que partió del Hospital
Bloom hacia el Parque Centenario. La marcha culminaría con un acto Político
Cultural en el mencionado parque.
A eso de las 12:30 pm, al cierre del evento, ya la mayoría de
organizaciones que habían participado de la actividad se retiraron del lugar
quedando en el parque solamente un grupo personas: un aproximado de 25, entre ellas mujeres, niños, artistas, la
mayoría jóvenes estudiantes universitarios y trabajadores del arte afiliados y
no afiliados de nuestro sindicato. Se esperaba que llegara el transporte que llevaría los instrumentos y
a los integrantes de la Banda Juvenil “Sin Alma” la cual se presentó como
penúltimo punto del programa del acto
político cultural organizado por la CSS.
Mientras esperábamos de manera tranquila, nos concentramos
enfrente de la cancha de Baloncesto y con un megáfono, guitarras y las voces,
compañeros y compañeras artistas compartían de su arte, se entonaban canciones de denuncia, se
declamó poesía y hubo un espectáculo de malabares.
En eso nos encontrábamos cuando un contingente de la Policía
Nacional Civil fuertemente armado y que superaba casi al doble al número de
personas que nos encontrábamos ahí, de forma arbitraria, violenta y sin ningún
protocolo de mediación irrumpió, dispersando la concentración, apuntando con
las armas, empujando, insultando y registrando de forma indiscriminada como si
se tratase de delincuentes o criminales. En el registro la PNC captura a dos
personas, una de ellas de nombre (por razones de seguridad omitimos nombre) y la otra, un
integrante de la organización juvenil “U y F”, músico.
En el caso de --------, es fuertemente golpeado por un grupo aproximado
de cinco policías, mientras era golpeado
un grupo mayor de agentes policiales forman un cerco alrededor de la cancha con
el que impiden el paso a cualquiera que fuese a socorrerlo o a mediar para
poner fin a la brutal golpiza. XXXX es tirado al suelo, le apuntan con armas
de asalto y combate, y a la menor resistencia es arrastrado por el suelo, lo
doblan de los brazos y las piernas para ponerle las esposas, lastimando las
articulaciones, es llevado junto al músico a la esquina de la cancha.
La Cruz Verde se hizo
presente al lugar pero le impidieron auxiliar a XXXX y a pesar de que
trataron de negociar con el jefe de policía para que les permitieran hacer su
labor humanitaria de salvar vidas se les insto a que se retiraran, no pudiendo
hacer más los socorristas de la Cruz Verde abandonan el lugar. Al mismo tiempo,
a pesar del cerco policial nos manifestamos en contra de lo que sucedía y con
el megáfono y con gritos se exigía que se liberaran inmediatamente a los
capturados, ya que ellos no habían hecho nada y además no representaban una
amenaza para el batallón de policía que se abalanzó, en un acto de abuso de autoridad
y fuerza absolutamente desproporcionada, sobre nuestros compañeros.
La respuesta fue más
represión y empezaron a rosear con ninguna intención
disuasiva sino como ataque directo al rostro con gas pimienta sin importar que
eran personas ajenas a los percances de violencia y aún con la presencia
todavía de menores de edad en el lugar.
Deysi Jiménez, una educadora y poeta, fue
roseada con gas pimienta y además fue empujada por un policía quien le quito el
celular con el que ella se encontraba grabando lo sucedido, del empujón, Deysi impacto contra el cemento
de la cancha sufriendo golpes menores, al levantarse se dirige nuevamente al
agente para pedirle el celular el cual por la insistencia termina
devolviéndoselo pero le exige que le dé su nombre completo.
René Reyes secretario de Actas y Acuerdos de la Junta
Directiva General de nuestro sindicato, al intentar evitar que la policía
siguiera golpeando a uno de los capturados
fue agredido con gas pimienta ocasionándole un daño muy fuerte.
La Madre de Moisés Zaragoza, este último, miembro de la
comisión de Hacienda de la Junta Directiva de nuestro sindicato fue también
agredida por la policía y a quien también le decomisaron el teléfono pero luego
se le fue devuelto.
Fátima Argueta secretaria de finanzas de nuestra junta
directiva intento interceder para que los policías no violentaran y no
agredieran a los compañeros que estaba siendo registrados y narra que un
policía de forma muy agresiva y amenazante le dijo que ella era solamente una ciudadana
que si ellos querían nos podían retener hasta seis hora solo por sospecha a lo
que ella le pregunto que si tenían orden a lo que el policía respondió diciendo
que ellos eran la autoridad.
Varios afiliados y directivos del STINOVES también fueron
afectados por el gas pimienta, tal es el caso de nuestro secretario general
Dennis Peña, otros sufrieron golpes menores y la mayoría fuimos agredidos
verbal, física y psicológicamente.
La PNC golpeo a hombres y mujeres la mayoría jóvenes,
estudiantes, artistas, sindicalistas sin distinción, agredió física y
verbalmente, amenazo con sus armas de asalto, ataco con gas pimienta, todo de manera injustificada y completamente
desmedida. De la misma forma hizo
interrogaciones que denotan una clara violación a la libertad de expresión y de
organización, ya que buscaban recopilar información que posteriormente pudiera
afectar a las organizaciones sociales y populares, las interrogaciones la
hicieron por aparte, separando del grupo
de manera individual a las personas, sin embargo gracias a que nos coordinamos
de tal forma de no dejar que se fueran a llevar a alguien sin que nos diéramos
cuenta se impido que policías vestidos de civiles pudieran intervenir
llevándose a escondidas a los compañeros los cuales luego nos dijeron lo que
había sucedido, también la PNC quebró varios documentos de identidad.
Casi al final se hicieron presentes dos delegados de la Procuraduría
para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH), los cuales poco o nada pudieron
hacer ante lo que ya había pasado, y de alguna manera justificaron el accionar
de la policía y consideraron que los agentes de la PNC solo estaban haciendo su
trabajo y éramos nosotros los responsable
de lo sucedido debido a que para
ellos (los policías) de forma generalizada todas las personas éramos un grupo
de ebrios que amenazábamos “la paz y la tranquilidad” del lugar y por tal razón
fue necesario el uso de la fuerza aunque se hayan excedido.
Los delegados de la PDDH explicaron que como
procuraduría de derechos humanos no tenían mayores facultades y que solo iban a
tomar nota de lo sucedido, que debían escuchar a las dos partes implicadas para
luego poder proceder como institución. Es de recalcar que los delegados se
mostraron indiferentes ante lo sucedido no tomaron declaraciones de manera
seria, en ningún momento recogieron evidencia ni escucharon los testimonios de
los afectados.
Si el consumo de bebidas alcohólicas en el parque era el
verdadero problema tendrían que haber sido los agentes del Cuerpo de Agentes
Metropolitanos (CAM) que cuidan el parque los que debieron tomar acciones en el
asunto, pero esto no fue así. No hay razón justificable para que un pelotón
especializado y fuertemente armando de la policía irrumpiera una concentración
de jóvenes que solamente se expresaban artísticamente en el parque luego de un
evento para conmemorar una fecha tan importante como el 1ro de mayo. Nos preocupa enormemente este accionar de la
PNC ya que de forma descarada está utilizando métodos represivos que llegan a
la brutalidad que solo se compara con los que utilizaban los extintos cuerpos
de seguridad en el pasado. Finalmente los detenidos fueron llevados a las
bartolinas de la delegación del centro histórico y fueron acompañados por el
Licenciado Miguel Tovar, delegado de la PDDH y un familiar de los detenidos.
Los detenidos fueron liberados en la tarde del mismo día ya
que no se les podía procesar por ningún delito.
Nuestra petición a las autoridades Fiscal General de la República y Procuradora para la Defensa de los Derechos Humanos
1) Ante los hechos
ocurridos, denunciamos y condenamos la violación en contra de nuestras
compañeras trabajadoras organizadas y no
organizadas de su DERECHO A UNA VIDA
LIBRE DE VIOLENCIA, regulado en el
artículo 2 de la LEY ESPECIAL INTEGRAL PARA UNA VIDA LIBRE DE VIOLENCIA PARA
LAS MUJERES, resultando esta violación de
las acciones que denotan claro abuso de poder ejercido por la autoridad
pública a través de los Agentes Policiales que se involucraron en estos
lamentables hechos y de quien o quienes los haya ordenado, haciendo alarde de
su autoridad frente a un grupo de
mujeres que en ese momento no tenían la capacidad defensiva, carecían de
cualquier instrumento u objeto que fuera amenazante y además, eran superadas en
número y en fuerza.
Consideramos que se violentaron otros derechos de las
compañeras, entre estos su integridad física, psíquica y moral, irrespetando su
dignidad, su seguridad personal, sometidas en el acto a trato humillante y
coartando su libertad de asociación, pues en ningún momento se encontraban
realizando actos ilícitos.
El Salvador, mediante el actual Gobierno, se ha comprometido
con una normativa nacional e internacional
e instituciones especializadas en la materia para garantizar a las
mujeres condiciones de igualdad y el ejercicio pleno de derechos con la
protección del Estado, por lo tanto EXIJIMOS que estos actos constitutivos de
VIOLENCIA INSTITUCIONAL y otros posibles delitos por parte de la instancia
publica, que contradictoriamente debe garantizar la seguridad de la ciudadanía,
sean investigados en el marco de las competencias de la FISCALIA GENERAL DE LA
REPUBLICA, a fin que se determine y sancione la vulneración de derechos de
nuestras compañeras en su condición de mujeres, que en el momento se
encontraban en situación de desventaja frente a agentes policiales.
2) Ante estas instancias solicitamos que se tomen cartas en el
asunto y se investiguen de forma seria estos hechos, ya que lo sucedido es una
clara expresión de abuso de poder por parte la Policía Nacional Civil además se
han violentado una serie de derechos fundamentales contemplados en la Constitución
de la Republica:
A) Artículo 1: El
Salvador reconoce a la persona humana como el origen y el fin de la actividad
del Estado, que está organizado para la consecución de la justicia, de la
seguridad jurídica y del bien común. (…) En consecuencia, es obligación del
Estado asegurar a los habitantes de la República, el goce de la libertad, la salud, la cultura, el bienestar
económico y la justicia social.
B) Art. 2.- Toda
persona tiene derecho a la vida, a la integridad física y moral, a la libertad,
a la seguridad, al trabajo, a la propiedad y posesión, y a ser protegida en la
conservación y defensa de los mismos. (…)
C) Art. 6.- Toda persona puede expresar y difundir
libremente sus pensamientos siempre que no subvierta el orden público, ni
lesione la moral, el honor, ni la vida privada de los demás. (…)
D) Art. 7.- Los
habitantes de El Salvador tienen derecho a asociarse libremente y a reunirse
pacíficamente y sin armas para cualquier objeto lícito. (…)
3) Que la Procuraduría para la Defensa de los Derechos
Humanos y la Fiscalía General de la Republica se pronuncie ante este hecho e investigue y condene la serie de violaciones a los
derechos humanos que se dieron en el
Parque Centenario y haga un llamado al gobierno central, a la secretaria
técnica de la presidencia y al director de la Policía Nacional Civil para que cesen estos actos represivos en
contra de la población organizada y sobre todo en contra de la juventud ya que
ser joven no es sinónimo de ser delincuente.
4) Culpamos al gobierno central de violador de derechos
humanos, de irrespetar lo pactado en los Acuerdos de Paz hace 25 años ya que está
volviendo a utilizar prácticas represivas que quedaron abolidas al desaparecer
los extintos cuerpos de seguridad en 1992.
5) A la PDDH y FGR las instamos a que desempeñe su papel de
manera íntegra y fiel a los principios con los que nació, ya que la coyuntura actual está marcada por
una serie de acontecimientos que convulsionan a nuestra sociedad y la sociedad
civil debe de contar con una institución
que vele por los derechos humanos y las garantías jurídicas necesarias
para salvaguardar la integridad de las personas. Lamentamos que los delegados
que llegaron a verificar no jugaran un papel más protagónico y solo se
acomodaran al testimonio de los que han ejercido violencia.
6) Culpamos al gobierno de cualquier represalia que se pueda
tomar en contra de los detenidos por parte de los jefes policiales, agentes,
inspectores entre otros que participaron en los actos represivos, tomando en
cuenta que los detenidos al estar en la bartolinas fueron intimidados y
agredidos moralmente y temen que les pueda suceder algún atentado en contra su
integridad física, tanto que desde el día de los hecho temen salir de sus
casas.
Junta Directiva General
Sindicato de Trabajadores
Independientes de Oficios Varios de El Salvador (STINOVES)
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