A continuación compartimos las conclusiones de la primera conferencia regional de América de la Unión Internacional de Sindicatos de Pensionistas y Jubilados, en septiembre de este año.
PRIMERA CONFERENCIA REGIONAL DE AMÉRICA
DE LA UNIÓN INTERNACIONAL DE SINDICATOS
DE PENSIONISTAS Y JUBILADOS (UIS de PyJ)
DE LA FEDERACIÓN SINDICAL MUNDIAL (FSM)
Se ha realizado en el Paraninfo de la Universidad Andina Simón Bolívar de Quito, la Primera Conferencia de organizaciones sindicales clasistas de Pensionistas y Jubilados (PyJ) de América, organizada por la FSM (Federación Sindical Mundial) a través de su UIS (Unión Internacional de Sindicatos) de PyJ. Han asistido delegados de 10 (diez) países, se han recibido aportaciones y a la vez hemos trabajado con documentos de otros 15 (quince) países, que por dificultades económicas no han podido realizar el desplazamiento hasta Ecuador. En las conclusiones de esta importante reunión se ha aprobado la siguiente Declaración:
DECLARACIÓN DE QUITO
Los trabajadores jubilados y pensionados, representantes de los sindicatos y organizaciones clasistas del continente americano, pertenecientes a la UIS PyJ de la FSM, reunidos en Quito, somos conscientes que en un ciclo histórico de la lucha de clases, los trabajadores le arrancamos al poder del capital y las clases dominantes, el derecho a la seguridad social, especialmente las jubilaciones y pensiones. Estos derechos humanos conquistados con largas luchas y la organización de los trabajadores pretenden ser eliminados como excusa de la crisis mundial capitalista. Crisis que existe, que existirá siempre (pues es sistémica y estructural, como ya analizó Carlos Marx), y que no estamos dispuestos los trabajadores a ayudar a resolverla con empeoramiento de nuestras condiciones de trabajo y vida. La única solución es el fin del capitalismo y la construcción de la sociedad socialista.
Sabemos que para los explotadores capitalistas la variable de ajuste somos los trabajadores, en particular, quienes estamos en edad de jubilarnos o pensionarnos. El poder mundial promueve un ajuste sobre los trabajadores y los pueblos, incluyendo una modificación reaccionaria del régimen previsional, con extensión de la edad de jubilación y afectación de derechos salvaguardados por la seguridad social. Denunciamos que el problema es el orden capitalista que amenaza a los pueblos y a la propia naturaleza con su modelo productivo y de desarrollo, por lo que no alcanza con denuncias y críticas, sino que se requiere organizar la lucha contra el sistema capitalista.
El objetivo de nuestras reivindicaciones apunta a satisfacer las necesidades de la vejez, especialmente en un tiempo con tendencia creciente, gracias a los avances positivos de la ciencia y la sanidad, hacia la longevidad de las personas. La extensión de la vida, siendo algo que debemos considerar un logro de la humanidad, aparece como problema y agresión contra nosotros por parte de las clases dominantes. La dirigencia del FMI (Fondo Monetario Internacional) ha llegado a afirmar que los PyJ no somos productivos, y el ministro de trabajo de Japón pidió por la TV de su país que los PyJ se hicieran el harakiri.
La política del capitalismo es antihumana, porque privilegia la lógica de la ganancia y su acumulación para la valorización. Por ende, las respuestas hacia la vejez son mercantilizadas, ofreciendo servicios varios a cambio de recursos económicos (que solo tienen las capas ricas de la población, capas que cada vez van reduciéndose en número y cantidad). Es una relación mercantil más, que la mayoría de la población jubilada o pensionada apenas alcanza a satisfacer con ingresos de subsistencia. Se ha agravado el problema de la inseguridad social para la vejez, porque el enfoque deliberado por décadas apunta al achatamiento de la pirámide de ingresos previsionales.
Por eso sostenemos que el problema de la vida digna durante la vejez es estructural e irresoluble en el marco del capitalismo. Es un problema que debe asumir toda la sociedad mundial porque necesitamos discutir otro estilo de vida en el presente, para activos y pasivos, con afirmación de derechos sociales contra la mercantilización de la vida. Frente a la mercantilización de la salud, la educación, la vivienda, la justicia, la energía, la recreación y la vejez, entre otros aspectos de nuestra vida cotidiana, se impone una lucha organizada por los derechos sociales integrales y elevar la conciencia de la necesidad de una lucha sin cuartel contra el capitalismo y el imperialismo que necesitamos asumir colectivamente.
No es solo una cuestión económica, es un tema social, político y cultural para afirmar otro orden, no capitalista y, por lo tanto, socialista, asentado en los derechos humanos sociales y colectivos.
Desde este encuentro proponemos asumir mundialmente, empezando por Nuestramérica y en cada uno de nuestros países, la lucha del movimiento de jubilados, con un contenido clasista, en las organizaciones sindicales y/o propias, con todas las reivindicaciones que hemos discutido en estos días, y que deberemos anexar a la presente. La lucha por un sistema jubilatorio que establezca una jubilación con pensión pública como sustituto del salario, debe ser parte integrante de las principales reivindicaciones de las organizaciones sindicales, como lo es en nuestra Federación Sindical Mundial. Por ello desde el Secretariado Regional de América de la UIS de PyJ que surge de esta Primera Conferencia Americana de organizaciones clasistas de PyJ, nos comprometemos a impulsar la organización de todos los PyJ de nuestro continente en estructuras que, empezando por el lugar de residencia de cada uno de los pensionistas y jubilados, asegure que en cada uno de los países de América haya una coordinación de nuestras reivindicaciones y luchas, que se unirán después a las de los otros continentes del planeta.
No todos tenemos acceso a los beneficios de la seguridad social y previsional. La clase capitalista, para la obtención de la máxima ganancia con la explotación de la clase obrera, incluye en nuestros países altos índices de desocupación, precarización, trabajo no registrado, con todas sus consecuencias de inseguridad presente y futura jubilación. Nuestra lucha es porque todos los trabajadores en edad de jubilarse o pensionarse reciban una asignación acorde con las necesidades de una vida digna.
Los fondos jubilatorios provenientes de los aportes de los trabajadores, en carácter de salario diferido, los aportes patronales y del Estado, deben ser administrados por los trabajadores activos y jubilados. Estos fondos son parte de la ganancia del capital producida por los trabajadores, para ser destinados a cubrir las necesidades de la etapa de la vida no productora de plusvalía. Los fondos jubilatorios no son para beneficios de las administradoras privadas, ni su utilización por el Estado para cubrir necesidades presupuestarias, respaldadas con títulos públicos de Gobiernos que representan los intereses del capital y, más aún, en la crisis profunda del sistema capitalista.
Debemos lograr una síntesis de las experiencias de los sistemas de salud existentes en cada país, para extender la asistencia sanitaria a todas las personas sin condición limitativa alguna.
La cobertura de la salud en la etapa jubilatoria es financiada con el salario e ingreso no percibido de los trabajadores activos y el haber jubilatorio. Impulsar la lucha contra la mercantilización de la salud, más aún en la etapa de la vida con mayores necesidades en la prevención y atención médica, con hospitales gerontológicos y servicios gerontológicos en hospitales públicos, con médicos gerontólogos, en consumo de medicamentos, que deben entregarse gratuitamente, residencias geriátricas y domiciliarias, que se convierten en fuertes ganancias de los laboratorios y empresas privadas.
La situación de la vivienda de jubilados y pensionados se agrava por los costos crecientes de alquileres y mantenimiento, por lo que debemos luchar exigiendo políticas públicas para garantizar una vivienda digna. Debemos lograr una síntesis de las propuestas y experiencias de vivienda pública, en comodato u otras formas, para las personas mayores más vulnerables.
También exigimos la construcción y completo equipamiento de instalaciones para las personas que por su edad y situación de salud necesitan la ayuda y cuidados proporcionados por personal especializado, sea en residencias de día, residencias permanentes, ayudas a domicilio, asesoramiento sanitario especializado, etc.
Reclamamos que los poderes públicos organicen actividades culturales y de ocio específicas para los PyJ, no como distracción y si como derecho. Con ellas se ayudará a una mejor calidad de vida en la etapa de pensionados y jubilados.
Todo lo anterior complementado con derecho a gratuidad en el transporte de cercanía, el necesario para visitar a parientes, y amigos, para asistir a las actividades culturales de ocio y deportivas que se desarrollen en el territorio en el que habitamos.
Es necesario desarrollar en cada país una labor permanente para hacer visible nuestra situación, con movilizaciones callejeras, con propaganda, seminarios, talleres sobre la temática previsional y gerontológica, con la participación de profesionales en la materia y actividades públicas. A partir de las experiencias de cada país, avanzar en la coordinación regional. En este camino acordamos establecer jornadas de lucha continental.
En esta Conferencia continental de la UIS PyJ de la FSM ratificamos nuestro compromiso de lucha por los derechos de las/os jubiladas/os, pensionadas/os del continente, con la concepción de la lucha reivindicativa como camino a la elevación de conciencia sobre las causas, que están en la esencia del sistema capitalista, la explotación del hombre por el hombre.
Con esta concepción nos comprometemos a profundizar la investigación y lograr síntesis de las diversas experiencias para coordinar las luchas. En Nuestra América nos comprometemos como parte de la clase obrera en la lucha contra todas las variantes defensoras del sistema capitalista, sean neoliberales, neo-keynesianos, o socialdemócratas, junto con Cuba socialista y los pueblos que sustentan y promueven proyectos anticapitalistas y socialistas.
Quito, Ecuador, a 30 de septiembre de 2015.
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