miércoles, 3 de junio de 2015

Sobre la Guerra Imperialista Actual II

En la Chispa anterior, se publicaron los dos primeros puntos de esta publicación que fue tomado de la versión electrónica del 5º número de la “Revista Comunista Internacional” (http://www.iccr.gr/) del KKE que tiene como tema la cuestión de la guerra imperialista.




3. La crisis capitalista y la agudización de las contradicciones interimperialistas



La experiencia histórica demuestra que tanto la Primera como la Segunda Guerra Mundial fueron el resultado de la gran agudización de las contradicciones interimperialistas por el nuevo reparto del mundo. Estas contradicciones se intensificaron aún más debido a la existencia de la Unión Soviética en combinación con la crisis económica capitalista mundial (1929-1933). Estos desarrollos económicos en el mundo capitalista de aquella época fueron analizados en el informe del 18º Congreso del Partido Comunista (b) de la URSS, poco antes del inicio de la Segunda Guerra Mundial, el 10 de marzo de 1939, donde se destacaba que: “Claro está que este giro tan desfavorable de los asuntos económicos ha tenido necesariamente que conducir a la agudización de las relaciones entre las potencias. Ya, la crisis anterior había revuelto todas las cartas y había recrudecido la lucha por los mercados y por las fuentes de materias primas”.

Hoy día, el KKE considera que “con la profunda crisis de sobreacumulación de capital en 2008 - 2009, que en varias economías capitalistas en realidad no ha sido superada, se hizo más evidente la tendencia de cambios importantes en la correlación entre los Estados capitalistas, bajo la influencia de la ley de desarrollo capitalista desigual. Esta tendencia tiene que ver con los niveles superiores de la pirámide imperialista (…). Las contradicciones interimperialistas que en el pasado llevaron a decenas de guerras locales y regionales y a dos guerras mundiales, todavía conducen a duros conflictos económicos, políticos y militares independientemente de la composición o recomposición, los cambios en la estructura y el marco de objetivos de las organizaciones imperialistas internacionales, la llamada “nueva arquitectura”. En todo caso, “la guerra es la continuación de la política por otros medios”, sobre todo en condiciones de una profunda crisis de sobreacumulación de capital y de cambios significativos en la correlación de fuerzas en el sistema imperialista internacional donde el reparto de los mercados rara vez se hace sin derramamiento de sangre”.

La relación capitalismo-crisis-guerra conduce al aumento de los armamentos, a la creación de nuevas alianzas militares, a la actualización de más antiguas, como es la OTAN. En este período cabe destacar la carrera de potencias capitalistas emergentes como son China, Rusia e India para confrontar sus deficiencias y aumentar su fuerza militar en correspondencia con el nivel de influencia de sus grupos empresariales. Todo lo anterior intensifica aún más las contradicciones también en nuestra región, que tiene una importancia esencial en cuanto al reparto del botín de la enorme riqueza y de los recursos de energía en la región, las rutas de transporte de las mercancías. La confrontación puede, en uno u otro grado, ampliarse en toda la región (Mediterráneo Oriental, Oriente Medio y África del Norte, Golfo Pérsico, Balcanes, Caspia).


4. La posición de Grecia en los antagonismos interimperialistas en la región


Grecia, como un Estado capitalista que está en la fase imperialista del desarrollo del capitalismo, desde hace décadas se ha integrado en los organismos imperialistas de la OTAN (1952) y de la UE (1981) y participa activamente en los antagonismos interimperialistas que se desarrollan en la región. Después del derrocamiento contrarrevolucionario en los países balcánicos, la burguesía de Grecia se benefició y logró una acumulación importante y exportación de capitales en forma de inversiones directas que contribuyeron al fortalecimiento de empresas griegas y grupos monopolistas. Las exportaciones de capitales se expandieron a Turquía, Egipto, Ucrania, China así como a Gran Bretaña, EE.UU. y otros países. La burguesía de Grecia participó activamente en todas las intervenciones y guerras imperialistas, como por ejemplo contra Yugoslavia, Irak, Afganistán, Libia etc.

Al mismo tiempo, desde hace décadas la burguesía del país ha desarrollado una relación de competencia así como de cooperación con la burguesía de Turquía, la cual, sin embargo, ha trazado una política muy agresiva hacia Grecia y no reconoce la Convención Internacional sobre el Derecho del Mar (1982), considera que muchas regiones en el mar Egeo, conocidas también como “zonas grises”, están en disputa, mientras que no acepta que las islas griegas tienen plataforma submarina y Zona Económica Exclusiva (ZEE). Al mismo tiempo, la burguesía turca pretende utilizar, igual que en otros países de los Balcanes, las cuestiones de la minoría musulmana en Tracia Occidental. Estas cuestiones llevan al aumento de los armamentos así como a tensiones en el Egeo, “actos hostiles”, enfrentamientos aéreos etc.



Además, la participación de Grecia en la OTAN, las dependencias político-económicas y político-militares de la UE y EE.UU. restringen los límites de las maniobras independientes de la burguesía de Grecia, dado que todas las relaciones de alianza del capital se rigen por el antagonismo, la desigualdad y en consecuencia por la posición ventajosa de los más poderosos, se forman como relaciones de interdependencia desigual.

Sin embargo, no existen contradicciones solamente con Turquía, sino además con Albania donde se refuerzan las fuerzas políticas que plantean reivindicaciones territoriales a expensas de Grecia, mientras que varios oficiales han hecho declaraciones respectivas, dada la prioridad que da el nuevo gobierno albanés a la cooperación estratégica que está desarrollando con Turquía. Al mismo tiempo, el acuerdo sobre las fronteras marítimas de los dos países ha sido cancelado por el Tribunal Constitucional albanés.

Todavía permanecen los problemas con ARYM (donde el nacionalismo se alimenta entre ambos lados), con respecto al nombre de este país, mientras que queda pendiente la determinación de la ZEE en relación con Egipto y Libia. Se trata de problemas que tienen más complicaciones, debido a los desarrollos en estos países.todavñia

Así, en el marco del antagonismo feroz, que se está desarrollando en la región, todavía quedan muchos “asuntos pendientes” y no se puede excluir nada, ni siquiera una guerra imperialista.


Además, en los desarrollos que toman lugar en nuestra región, desde el punto de vista de los “planes operativos”, las bases militares de la OTAN en Grecia y Turquía, así como en el Oriente Medio juegan un papel importante. Las bases son los puntos de partida para el lanzamiento de ataques cuando están en su fase activa, mientras que son útiles para el abastecimiento, el estacionamiento y en general el apoyo de las operaciones combativas. Los imperialistas estadounidenses lo pensarían mejor a lanzar ataques basándose solamente en sus portaaviones, en sus bombarderos estratégicos, que puedan volar durante muchas horas, si no existieran bases e infraestructura, como es la base de Souda, el aeropuerto militar de Kalamata y las demás bases en la región de los Balcanes y del Oriente Medio.

En este punto cabe señalar que tras el estallido de la crisis, se ha deteriorado la situación de la economía griega capitalista en el marco de la zona Euro, en la UE y en la pirámide imperialista internacional en general. Los gobiernos burgueses griegos que antes de la crisis habían decidido en común sobre las reestructuraciones capitalistas antipopulares en el marco de la UE y encaminaron su implementación, han acordado en un memorándum con la Troika de los prestamistas (UE, FMI, Banco Central Europeo), en base al cual se implementan en el país duras medidas antipopulares que reducen los salarios y las pensiones, ponen la carga de la crisis en las espaldas de los trabajadores para que se recuperen los ritmos de rentabilidad del capital.



Aunque no es raro que un Estado capitalista, que está en crisis, reciba ayuda y apoyo de sus aliados internacionales, esto “alimentó” a algunas fuerzas políticas burguesas y oportunistas, como es el partido de los “Griegos Independientes”, el Amanecer Dorado fascista, así como la fuerza creciente de la socialdemocracia, SYRIZA, a hablar de “ocupación de Grecia”, “sometimiento”, “desaparición de la soberanía”, “dependencia” etc. En este marco se describe también la postura del gobierno griego en los antagonismos interimperialistas en la región como “servil a los extranjeros” o “subyugado”.

En realidad, estas evaluaciones omiten el hecho de que la burguesía de Grecia con la participación del país en el sistema imperialista (en base a su fuerza económica, militar y política) objetivamente durante décadas ha cedido ciertos derechos soberanos con el objetivo de fortalecer su posición, beneficiarse de su posición en estas y reclamar su cuota del “botín” imperialista.




Es indicativo que a pesar de la crisis capitalista, sectores de la burguesía del país como es el capital naviero, es uno de los más poderosos en el mundo. Así pues la participación de Grecia en los antagonismos imperialistas en la región, a veces con su participación activa en las guerras y otras veces con el intento de formar “ejes” (por ejemplo con Israel) o en ocasión de retirada ante las pretensiones de la burguesía de Turquía, no tiene que ver con lα“entrega” y el “sometimiento” a los extranjeros, sino con la posición de Grecia en la “pirámide” imperialista y su esfuerzo de lograr nuevas ganancias y cada vez los partidos gubernamentales pretenden llevarla el manto del “interés nacional”. En este punto es muy útil el recordatorio de Lenin sobre lo que fue en realidad el “interés nacional” en el caso de Bélgica de aquel entonces: “Las inversiones extranjeras de la burguesía belga son aproximadamente tres mil millones de francos. La salvaguarda de estas inversiones mediante el uso de cualquier tipo de fraude y maquinación es el verdadero “interés nacional” de la “Bélgica galán”. Hoy día, la conexión orgánica de los intereses de la burguesía de Grecia con los planes imperialistas de la OTAN y de la UE es similar y claramente más profunda.


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